Hoy voy a hablaros un poco sobre las grasas, que funciones cumplen en nuestro organismo y las diferencias entre ácidos grasos saturados (“malas”) y ácidos grasos insaturados (“buenas”). Como la mayoría sabréis las grasas son un gran reservorio de energía en nuestro organismo, que será empleado durante el día, y sobre todo cuando hay escasez de hidratos de carbono. La energía que aporta 1g de grasa es de 9kcal, que es bastante superior a lo que aporta 1g de hidrato de carbono, que es de 4 kcal. A parte de esta función energética, tiene un papel fundamental en el mantenimiento de las membranas plasmáticas de las células, así como servir de lubricación y acondicionamiento de las superficies corporales.
Dentro de las grasas podemos diferenciar distintos tipos: triglicéridos (sirven de almacenamiento de ácidos grasos y por tanto de energía), fosfolípidos (son ácidos grasos unidos a otras moléculas, y forman parte de la membrana plasmática, es decir cumplen función estructural), colesterol (forma parte de las membranas dándole cierta rigidez, también es el precursor de hormonas sexuales como el cortisol y testosterona, y también es el precursor en la síntesis de sales biliares). Normalmente no se mencionan cuáles son las funciones del colesterol, solo se dice que es malo, pero eso no es cierto, ya que como he mencionado anteriormente cumple funciones esenciales en nuestro organismo. El problema radica en que si hay un exceso de este en nuestro organismo, este se puede adesionar a los capilares sanguíneos y arterias, taponándolas y dar lugar a aterosclerosis y a enfermedades cardiovasculares. Este depósito de colesterol por nuestras vías se debe a unas lipoproteínas llamadas LDL, a la que tan famosamente se les denomina “colesterol malo”. Por otro lado tenemos otras lipoproteínas llamadas HDL o también conocido como “colesterol bueno”, que recoge el colesterol depositado en las vías y lo lleva hasta el hígado, evitando así que se acumule.
Dejando aparte el colesterol, vamos a ver las diferencias entre los ácidos grasos saturados (grasas saturadas) y ácidos grasos insaturados (grasas insaturadas)
Grasas saturadas: El exceso de consumo de este tipo de grasas da lugar a un incremento del colesterol, más concretamente a las lipoproteínas LDL, de las que hemos hablado anteriormente. Por ello la i
ngesta de este tipo de grasas no ha de exceder el 10% de nuestra ingesta calórica. Para ello debemos restringir el consumo de snacks, bollería, dulces y alimentos fritos. También hay que evitar un consumo muy elevado de carnes rojas, queso y embutidos.
Grasas insaturadas: Dentro de estas encontramos las monoinsaturadas y las polinsaturadas. Las monoinsaturadas aumentan el nivel de las lipoproteínas HDL y también desempeñan una función antioxidante. Su ingesta ha de ser entre el 10-15% de nuestra ingesta calórica. Podemos encontrar estas grasas en el aceite de oliva, aceite de girasol, carne de cerdo, en ciertos frutos secos, etc.
Por otro lado tenemos los ácidos grasos poliinsaturados, que son esenciales para nuestro organismo, ya que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizarlos y los tenemos que aportar a través de la dieta. Estos ácidos grasos son el omega-6 y omega-3. Estas grasas disminuyen los niveles de colesterol totales, así como las LDL. Además mejoran la función endotelial vascular y descienden la presión sanguínea. La ingesta de este tipo de grasas ha de ser del 7% como mínimo, ya que solo los incorporamos a través de la dieta. Ejemplos de alimentos que contienen omega-3 serían: pescados azules (atún, salmón, p
ez espada), aceites de pescado, aguacate, legumbres, etc. Por otro lado fuentes de omega-6 serían: aceite de girasol, aceite de soja, anacardos, almendras, pistachos, etc.
A modo de resumen, hemos visto que el colesterol no es tan malo como no lo plantean, pero lo que si hay que tener controlado son la ingesta de grasas saturas, ya que estas elevaran los niveles de las lipropoteinas LDL (“colesterol malo”) y podrán depositar colesterol en nuestras vías. En cambio una ingesta de grasas insaturadas, ayudará a mantener los niveles de colesterol, así como despejar el colesterol depositado en nuestras vías sanguíneas, gracias a las liproproteinas HDL (“colesterol bueno”).
Espero que este artículo os haya sido de utilidad y os haya ayudada a entender algunos conceptos, que algunos sitios te mencionan que son malos o buenos pero no el porqué.
José Manuel Moya
Colegiado:AND00662